Planificación. Planificar la ruta para llegar al destino elegido es de vital importancia. A veces, la ruta más directa no es la más rentable por afluencia de tráfico, por lo que para curarnos en salud, mirar alternativas nunca está demás. Planifica las paradas según las horas de viaje ya que es importante realizar descansos y que las áreas preparadas para ello estén dentro de nuestra ruta.

Conducción. Una buena conducción ayuda mucho a ahorrar combustible en los viajes largos. Mantener una velocidad constante sin frenar ni acelerar de forma brusca mantiene un consumo estable. Utilizar marchas largas siempre que sea posible, apagar el motor en paradas de más de dos minutos y no cargar excesivamente el vehículo.

Mantenimiento. Realizar una revisión periódica es importante, pero lo es aún más a la hora de hacer un viaje largo. Revisa la presión de los neumáticos, ya que una presión inadecuada incrementará el consumo. Los filtros de aire también pueden afectar al consumo, por lo que se han de revisar con regularidad.